Monitoreo de residuos de plaguicidas
La agricultura en Chile sin lugar a dudas ha tenido un importante desarrollo las últimas décadas, este desarrollo siempre ha estado marcada por los desafíos de adaptarse a los cambios necesarios para mantenerse competitivos en los mercados y poder entregar productos de mayor valor alimenticio y cumpliendo exigencias crecientes de los consumidores.
Es así como las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), los Acuerdos de Producción Limpia (APL) están incorporados en el quehacer normal de la agricultura moderna.
En esta orientación la forma de enfrentar las plagas que afectan los cultivos ha pasado de un uso intensivo de plaguicidas a la utilización de manejo integrado de plagas (MIP) que incluye plaguicidas más específicos que permiten proteger a los enemigos naturales, aplicaciones de acuerdo a los ciclos biológicos de las plagas, etc.
Para los organismos fiscalizadores como el SAG, es importante manejar información que le permita realizar los ajustes necesarios en sus procesos con este fin, entre los años 2006-2007, se llevó a cabo en Chile el primer Programa de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en Vegetales, diseñado y ejecutado por el Subdepartamento de Plaguicidas y Fertilizantes de la División de Protección Agrícola, del SAG. Su objetivo general fue conocer el estado del uso de plaguicidas en el país para distintos cultivos, con el propósito de reconocer las prácticas agronómicas asociadas al uso de plaguicidas en especies vegetales de riesgo, así como contar con información que permita mejorar el control sobre la autorización, uso y manejo de plaguicidas a nivel nacional, labor fundamental dentro del marco de las fiscalizaciones del Servicio.
Para cumplir los objetivos del MRP, se tomaron un total de 374 muestras frescas de los vegetales seleccionados, acelga, lechuga, espinaca, repollo, pimiento, tomate, papa, manzana, durazno, uva de mesa, frutilla y frambuesa, comercializados en supermercados localizados a lo largo del país.